Estamos en la playa
un hombre gigante
con tatuajes en el cuello
cepilla toda la costa
Otro personaje camina a su lado
como una madera que sostiene
a una planta
Los vendedores ven venir a su destino
esa torre morocha
que sonríe y se pasa las manos
por la boca.
Uno a uno le dan la mano
y sacan su billete arrugado
la gente no lo ve
aunque se esconda a la vista de todos.
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